Todo amor es fantasía;
él inventa el año, el día, la hora y su melodía;
inventa el amante y, más, la amada.
No prueba nada, contra el amor,
que la amada no haya existido jamás.
Antonio Machado.
Es fácil caer en esos espacios comunes que compartimos alguna vez.
Recordarte es sencillo en la medida en la que te he pensado tan seguido que ya, en serio, aburre. Supongo que si alcanzas a ver las cosas un poco más allá, te darás cuenta de que esto es mucho más que un insulto, lo que realmente podría llegar a ser es el utilizamiento de tu nombre en semejantes palabras: tu nombre pesa tanto como el aburrimiento, pesa tanto, ahora, como un olvido.
No sabes la cantidad de cosas que pudimos haber sido, no tienes la más mínima idea de lo que alcanzamos a ser esa y otras mañana en tu cama; es incontable la cantidad de Yos que hubo en cada pliegue de los barcos con poemas para ti.
No sabes la cantidad de cosas que pudimos haber sido, no tienes la más mínima idea de lo que alcanzamos a ser esa y otras mañana en tu cama; es incontable la cantidad de Yos que hubo en cada pliegue de los barcos con poemas para ti.
Lo más tonto de tu actitud fue no haber renunciado a la categoría de la Gran Costumbre que es la Medida, conmigo el modo de ver tales palabras hubiese sido risible y excitante, ahora no tienes ninguna de esas posibilidades.
Lo más tonto de mi actitud es creer que ante esta escritura existe un lector-tú que se traga cada sentencia, pensar que en serio te ahogas en tu ignorancia.
Lo más tonto de mi actitud es creer que ante esta escritura existe un lector-tú que se traga cada sentencia, pensar que en serio te ahogas en tu ignorancia.
