28 de abril de 2009

OJO Visionarios

La exposición Visionarios es una selección de la producción cinematográfica más destacada hecha en nuestro continente y se presenta en el Parqueadero del Museo del Banco de la República. Bajo el contexto de los primeros años del siglo XXI, esta tendencia artística promueve una nueva "sensorialidad sonora y visual de la imagen y la experiencia estética" y muestra a los espectadores una de las perspectiva del concepto de arte que se despliega en América Latina. La muestra de proyecciones audiovisuales, así como la exposición de videos antiguos de cine, la reproducción de una de las primeras emisoras nacionales Radio Sutatenza, entre otras; hacen parte de esta amplia e interesante gama de visiones que el ojo latinoamericano captura y elabora para hacer propuestas de distintos mundos pequeños.
La arquitectura general del sitio de exposición es espaciosa, limpia, y en ciertos lugares fría; la particular soledad que se refugia en los deformes sofás y en las sillas de madera, hacen de la exposición un lugar que propone la prolongación de un tiempo para que se pueda aprovechar cada una de las proyecciones allí dadas. Bajo este breve lienzo del espacio donde se halla Visionarios, las distintas propuestas artísticas dan cuenta, sin duda, de la fragmentariedad en la cual está imbuida nuestra sociedad, es decir, del numeroso e inabarcable capital creativo que está (muy seguramente) sólo insinuado en esta selección de videos. Sobretodo, muestra cómo la tecnología al alcance de mentes con propuestas interesantes alcanzan a poner en juego toda una serie de sensaciones en la experiencia estética que se viven en nuestros tiempos. Así mismo, el modo en el que está organizada la exposición propone una lectura de cómo el espacio designado al arte puede darse en espacios tan concretos y claros como lo es el del parqueadero (ya que el Museo sí aprovechó este espacio antes designado a la ubicación de carros, para exposiciones artísticas), y al mismo tiempo da cuenta de la relación entre espectador-obra y de las distintas tensiones que en ella se producen.
Lección No. 2 Cómo (des) vestirse
Se sienta sola y con el cabello sin recoger en las desoladas butacas de madera puestas frente a la proyección. El lugar está organizado con la profundidad que demanda un número significativo de espectadores que, en este caso, simplemente no están. Lee el nombre del autor y no alcanza a escribirlo cuando la imagen que se presenta a continuación capta su atención. Es una cajita de música, desnuda, que exhibe su privada labor sonora y el tronco puntiagudo de su magia musical; más adelante, la presencia de una línea con cierta textura propone la silueta de una mujer, después, el suelo mojado, después, los pies descalzos, después, los pelos erizados; todos ellos lanzados en la tela de proyección de modo acumulativo con un leve lapso y terminan su existencia con el toque espontáneo y sensible de un pezón que se eriza y se brota con la naturalidad de una ráfaga de viento que se cuela por la ventana.
La proyección termina.
Ella se va.