16 de mayo de 2009



Limpiando algunas cartas, más llenas de años que de polvo, ella ha encontrado este pequeño escrito de un amigo que sólo lo fue en intención, que se insinuó sólo al borde de la cama, que le fue hipócrita con toda la literalidad que se puede pedir en la hora joven de la vida.

Aquí, sólo aparece un fragmento:

"Hay un poblado de casas rojas y grises, ventanas amarillas y por sobre todo los tejados. Es un cuadro de Chagall. El aire es la gran compañía para los extraños. Nubes y altura. Hay una pareja que vuela, el hombre raptando a su dama. Ella de vestido azul muy largo, hasta los tobillos, el brazo derecho mirando y apuntando hacia la dirección de vuelo… dirección de rapto. El hombre de camisa verde oscura, pantalón negro y la mirada dirigida hacia la dirección de rapto. Son uno solo en la altura. La piel es amarilla. Su piel amarilla como palidecerte siendo una por sobre los colores y las casas y los tejados de las casas y el aire. Hacia la dirección de vuelo, de rapto lejano. Ella parece feliz en su propio rapto. El poblado es una invención… en ellos la invención de un rapto… salida del poblado mismo, configurando un otro poblado. A el lefalto el brazo derecho a ella el izquierdo, sólo de esta forma van entrelazados… uno tiene lo que al otro le falta… el lugar común del complemento… fuera de los lugares comunes… sólo así se entrelazan."